La mayoría de los robos no se deben a la falta de tecnología, sino a malos hábitos o pequeños descuidos que los ladrones saben aprovechar.
Estos son los principales errores que ponen en riesgo la seguridad —y cómo evitarlos.
Confiarse y dejar accesos sin asegurar
Uno de los fallos más comunes es pensar que “solo salgo un momento”.
Puertas sin doble cierre, ventanas entreabiertas o persianas a medio bajar son una invitación directa para quien busca una oportunidad.
Además, los intrusos suelen actuar en pocos minutos: un acceso mal cerrado puede bastar.
Consejo:
Cierra siempre con llave, incluso en ausencias cortas. Refuerza las cerraduras con bombines antibumping y comprueba que puertas y marcos estén en buen estado.
No tener (o no activar) el sistema de alarma
Muchas viviendas y negocios instalan una alarma… pero luego la dejan apagada por comodidad o descuido.
Esto anula toda la protección. Un sistema sin activar no disuade ni avisa en caso de intrusión.
Consejo:
Activa siempre tu alarma, incluso de día o si sales solo unos minutos.
Los robos exprés suelen producirse en esas breves ausencias.
Si tu sistema está conectado a una Central Receptora de Alarmas (CRA), asegúrate de que la conexión y las notificaciones funcionan correctamente.
Falta de mantenimiento en cerraduras o equipos
Con el tiempo, los sistemas pierden eficacia: cerraduras se desgastan, cámaras se desajustan, sensores se llenan de polvo o las baterías se descargan.
Consejo:
Realiza revisiones periódicas cada pocos meses:
- Comprueba que todos los sensores se activan correctamente.
- Revisa la nitidez y orientación de las cámaras.
- Sustituye baterías y revisa los cables.
Un mantenimiento preventivo es más económico y seguro que reparar tras un fallo.
Rutinas predecibles y exceso de información en redes
Los ladrones observan patrones: horarios fijos, luces que se apagan siempre a la misma hora o negocios con cierres rutinarios.
Y, en redes sociales, muchos usuarios facilitan información sin darse cuenta.
Consejo:
Evita publicar viajes, ausencias largas o tu ubicación en tiempo real.
Varía tus horarios de salida o iluminación, y pide a alguien de confianza que recoja el correo o mueva persianas si estás fuera varios días.
Iluminación exterior insuficiente
La oscuridad es el mejor aliado del ladrón.
Entradas, garajes o patios sin luz ofrecen refugio para forzar cerraduras sin ser vistos.
Consejo:
Instala iluminación con sensor de movimiento o temporizadores automáticos en las zonas exteriores.
Además de disuadir, ayudan a que cámaras y vecinos detecten actividad sospechosa.
La seguridad no se basa solo en tecnología: depende también de rutinas y prevención.
Cada pequeño gesto cuenta.
Cierra, revisa, activa y mantén:
la tranquilidad no se improvisa, se construye con hábitos seguros.
Si necesitas más información, pregunta en los comentarios o consulta a un instalador de referencia en tu zona de Grupo Seguridad On. Encuéntralo en el siguiente enlace https://gruposeguridadon.es/





