Instalar una alarma no se trata solo de colocar sensores. La verdadera eficacia depende de una configuración precisa, adaptada al entorno y a los hábitos de quienes lo usan. Ajustar correctamente la sensibilidad y las zonas puede evitar falsas alarmas y mejorar la detección real de intrusiones.
Ajusta la sensibilidad de los sensores
Cada sensor debe detectar el movimiento real sin reaccionar ante factores cotidianos.
- Sensibilidad demasiado alta: provoca falsas alarmas por causas mínimas como insectos, ventiladores, mascotas pequeñas o incluso corrientes de aire.
- Sensibilidad demasiado baja: el sensor puede no reaccionar ante una intrusión real, dejando puntos vulnerables.
Lo ideal es calibrar cada detector según:
- El tipo de zona (interior, exterior o perimetral).
- La altura de instalación (demasiado baja o alta afecta el ángulo de cobertura).
- La actividad habitual en el área (personas, animales, maquinaria, etc.).
Un técnico profesional puede ajustar esta sensibilidad con herramientas de prueba, asegurando que la detección sea precisa y sin errores.
Define correctamente las zonas de tu sistema
Dividir la alarma en zonas permite una protección inteligente y adaptada a cada necesidad.
- Zona perimetral: sensores en puertas, ventanas, rejas o accesos exteriores. Detectan intentos de entrada antes de que el intruso acceda al interior.
- Zona interior: detectores de movimiento en pasillos, despachos o salones. Protegen las áreas principales del inmueble.
- Zona parcial o nocturna: ideal para activar solo algunas zonas mientras estás dentro (por ejemplo, la planta baja o el perímetro exterior).
Una buena sectorización permite:
- Controlar qué áreas se protegen en cada momento.
- Evitar alarmas innecesarias cuando hay movimiento en otras zonas.
- Facilitar la localización rápida de una incidencia cuando se dispara la alarma.
Personaliza la configuración según tus rutinas
Cada usuario tiene hábitos distintos: la alarma debe adaptarse a ti, no al revés.
- Modos programables: crea configuraciones distintas (día, noche, fin de semana, vacaciones).
- Retardos de entrada y salida: define unos segundos de margen para desactivar la alarma al entrar o salir sin activarla por error.
- Pet Friendly: si tienes mascotas, activa sensores especiales que ignoran movimientos menores de un determinado peso.
- Notificaciones inteligentes: configura alertas en el móvil solo para eventos importantes, evitando saturarte de avisos.
Cuanto más personalizada esté tu alarma, más eficiente y menos molesta será en el día a día.
La clave de una buena instalación está en la configuración. Un sistema de alarma bien ajustado detecta solo lo relevante, evita falsas alertas y se integra perfectamente en tus rutinas.
Confía siempre en profesionales para calibrar la sensibilidad, definir zonas y programar los modos de uso: es la mejor garantía de seguridad y tranquilidad.
Si necesitas más información, pregunta en los comentarios o consulta a un instalador de referencia en tu zona de Grupo Seguridad On. Encuéntralo en el siguiente enlace https://gruposeguridadon.es/





